Tienes el poder de sanarte, solo que por la ambición de la industria espiritual, de la salud y del bienestar lo secuestraron para alienarte, ocultando la realidad.
Esta espiritualidad "pop" superficial ha mercantilizado lo sagrado y el resultado, ahora antiético, está perjudicando a más personas de las que sana y viene disfrazada de lo que ha preponderado siempre, acudiendo a argucias para continuar con el sueño eterno (hasta ahora) de muchas personas.
Ha llegado el momento de que la espiritualidad se enfrente a su propia sombra y que tú manejes de verdad tu vida.